Kiki Suárez
Tú no vales para nada!
¡Tú no sirves, para pura chingada! ¡Tú ya eres gorda y vieja! ¡Solo gastas mi
dinero! ¿Y ahora quieres que te compre tus medicamentos? ¡Para puro chin…da!
¡Tú no estás enferma! Mira: ¡allí caminas! Además: si estás enferma: ¡no me sirves!
¡Si estas enfermas, vete con tu hija para que te cure! ¡Luego puedes regresar!
Antes también golpeaba, pero ya no toma, ya no golpea, solo sus palabras me
golpean.
Una vez – hace poco – fue demasiado y me fui a
casa de una prima. Pero allí no me puse más contenta. Allí solo sentía que ya
no servía para nada, ni para que el hombre mentara madres. Sin hombre no sirvo,
sin hombre nadie me respeta, las vecinas chismean más…Aun si el hombre es un
verdadero maldito: con él sirvo más que sin él o así me lo han inculcado. Aun
si el hombre no trabaja o trabaja y gasta su paga en la cantina y con quien
sabe cuáles otras mujeres: estoy mejor con el malcriado que sin, o así me lo
grabaron en el fondo del alma mi madre y mi abuela quienes tampoco vivieron
vidas mucho más alegres que yo.
Lloro, me quejo con mis
hijas e hijos – ya adultos – y no quiero
escuchar cuando me dicen: - Deja a papa, te apoyamos….- tal vez me he
acostumbrado a ser tratada como un trapo, una basura.
No soy un pedazo de
carne nomás, me duelen todos sus insultos, me parten al alma, pero estar sin
él: ¡no pude y no puedo! Los meses que me refugié me refugié con la prima: dejé
de dormir y un fuego empezó a comer mis huesos desde adentro, no paraba de
llorar. Extrañaba a mis pollitos y perritos. Regresé con el hombre, la casa es
suya. Luego, luego empezó de nuevo a insultarme: que mi comida no sabía a nada,
que apestaba de la boca, y mis pollitos y perritos se habían muerto toditos
durante los meses de mi ausencia.
Aquí estoy, ya es una semana que no me ha comprado
mi medicamento. El doctor dijo que sin el medicamento hasta pudiera morir yo.
Pero no digo nada. A veces ya ni lloro. Tal vez él me quiere muerta. Podría
ser. Tal vez yo misma me quisiera muerta. Una vida sin él no me la puedo
imaginar: ¡valgo todavía menos sin él, que con él insultándome!
Nací mujer y una mujer
está para servir a su hombre. Sirvo y sirvo, y parece que no logro servirle
bien. Nunca tiene una palabra linda para mí, todo el día solo llueve de los
peores insultos. Tal vez, de veras, quiero
morir en vez de cambiar. ¡Solo pensar la palabra CAMBIAR empiezo a sudar y
temblar en todo el cuerpo! Mejor veo cómo conseguir nuevos pollitos y una perra
para que me acompañen…Pero a mi hija le digo que por favor se cuide de los
hombres….
Esto me compartió Juana
X, mujer chiapaneca
TU piensas en mujeres
indígenas de Chiapas, mujeres mestizas; pero he escuchado esta historia de
mujeres en muchos lados del mundo. Escuché las mismas historias cuando me pasé
un año en Namibia, África. Las mujeres eran negras y se vestían diferentes,
hablaban otros idiomas, pero sus vidas eran iguales de pisoteadas y ellas
abusadas por hombres en muchas diferentes maneras. Vayas a dónde vayas: ¡LA
MUJER ES LA QUE PAGA EL PATO en todas las culturas! ¡DESPERTÉMONOS!
San
Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
Agradecemos la
colaboración de KIKI SUÁREZ, que se unió a nuestra convocatoria <16 días de activismo por
la eliminación de la violencia contra las mujeres> promovido en la comunidad
de San Quintín, Baja California, México.
Agradecemos la imagen pictórica de la artista Kiki Suárez, te invitamos a conocer a la artista en:
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EJEMPLO DE LECTURA EN VOZ ALTA EN COMUNIDAD
Ál leer esto pensé en mí mamá. Nunca supe xq no dejaba á mi papá
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