AGOSTINA
Yo no soy indígena, pero viví violencia de género. Creo
que no es muy diferente. Se sumó la discapacidad múltiple y eso es un doble
problema.
Culturalmente se nos inculca que no servimos, que
somos niñas siempre, que no podemos cuidar de nuestros hijos, que es mejor que
esté con su padre, que amar es dejar ir… y cuando vemos que valemos, el tiempo
pasó, nuestros hijos crecieron, no tenemos autoestima, estamos solas e
indefensas.
Les contaré mi historia:
Me casé joven para huir de mí familia. Mi familia es
muy problemática. Papá quebró y remataron nuestra casa entonces, magnánimamente
me pagó una pensión de mujeres.
Yo soy muy alta y era flaca. Un chico se enamoró de
mis formas. Me llevaba al trabajo y me iba a buscar para que no pudiera
engañarlo y me aislaba, ahora veo que sólo me dejaba ser amiga de sus amigos.
Me sentía agradecida de que él se fijara en mí a
pesar de todo…
Me sentía en deuda con él y obligada a tener
sexo. Lo admiraba, tenía una elocuencia
que yo nunca tuve, tenía una familia que no se parecía a la mía, poseía amigos
y aunque gordo, era bueno…Quedé embarazada, en dónde vivía no aceptaban mujeres
embarazadas y aunque le rogué que no, me llevó con mis padres a una casita en
el gran Buenos Aires en dónde éramos siete personas en dos ambientes, no trabajaban,
yo sí y un hermano.
En ese
entonces mí novio no quería que su madre supiera de mi condición.
Pasé hambre y calor, no tenía agua y tampoco gas.
Mis hermanos, adolescentes eran muy violentos, todo lo que ganaba se lo tenía
que dar a mi mamá. Sin un peso, tenía que aguantar.
Un día se armó lío, estando presente el padre de mi
hijo. Me golpearon, así que me fui. Estuve una noche en su casa, pero el padre
de él no quiso que me quede. A las cinco de la mañana tuve que irme a una
plaza.
Me decidí y fui a mí trabajo, pedí un adelanto,
alquilé una habitación y le dije: -tu hijo está acá, si querés vení. Entonces
su madre se enteró que sería padre y vino a vivir conmigo. Ya no me iba a
buscar al trabajo, mi embarazo era evidente y él empezó a trabajar también.
Recuerdo una noche que le preparé una cena especial,
volvió recién dos días después. Yo ya no lo esperaba, nunca dudé que podría ser
madre soltera. Se vino a dormir como si nada, me dijo que estuvo haciendo horas
extras...
Alquilamos un departamento cerca de la casa de mi ex
amiga. No teníamos muebles, yo dormía en un colchón de bebé y el en una bolsa
de dormir. Sus amigos nos armaron toda la casa y mi hijo hasta los dos años no
necesito ropa.
Tendría que haber nacido en abril, pero nació en
mayo por cesárea. Estuvo diez días en terapia intensiva por nacer después de término.
Se me acababa la licencia y nos casamos para alargarla. Volví a trabajar los
fines de semana. No teníamos dinero, yo con el bebé hacía promociones de la
comida que preparaba y repartía con mi hijo á upa, así llegábamos a fin de mes.
El nene no dormía de noche y estaba agotada. Tuve
que renunciar al trabajo y me quedé con promociones que cada tanto me daban un
ingreso. Mi ex amiga cuidaba del chico; luego tuvimos que mudarnos, él perdió
su trabajo y empezó a manejar un taxi. No llegábamos a fin de mes, no podía
hacer promociones porque nos mudamos lejos, nadie cuidaba del nene. Él me
insistía en que trabaje y para hacerlo, llevé a mí abuela a vivir conmigo.
Soy asmática, en una ocasión me mojé trabajando y
tomé frío, era el día del padre cuando me agarró un ataque de asma, mi abuela
se quedó con el nene y llamé a la ambulancia, le dije:- ya vuelvo. La médica
creía que estaba actuando porque gritaba pidiendo que me ayude. Estuve horas
allí hasta que en otro hospital me colocaron un respirador. Para colocarlo te
duermen…yo me desperté siete meses después. No sabía dónde estaba, no entendía ¿Por
qué no podía moverme? ¿Por qué no veía? ¿Porque no oía? Finalmente pude ver y
oír un poco). Ese fue el momento en el que decidió decirme que estaba de novio
con la que era mi amiga. Fue duro el golpe.
Estaba casi sorda
casi ciega no me podía mover y no tenía a dónde ir.
A mis 24 años empecé a vivir en un geriátrico. Nunca
más viví con mi hijo y es más, me lo quitó y no sabía dónde estaba…
¿No es lo mismo que padece una mujer de un pueblo
originario?
La cultura
nos estigmatiza.
Viví violencia física, verbal, psicológica e institucional.
Sólo Dios estuvo y está conmigo.
Buenos Aires, Argentina.
Agradecemos la colaboración de AGOSTINA, que se unió a nuestra convocatoria <16 días de activismo por la eliminación de la violencia contra las mujeres> promovido en la comunidad de San Quintín, Baja California, México.
Agradecemos la imagen
pictórica de la artista Kiki Suárez, te invitamos a conocer a la artista en:
https://lagaleriadelcorazonabierto.blogspot.com/
https://www.facebook.com/artekikimundo
https://www.kikimundo.com.mx/?fbclid=IwAR2imn-qBQT-4PJY9_ElX74qMcEFTFRC3ZRPeYo1peYdTJOneElw8XtRrcU
FRAGMENTO DE LECTURA EN VOZ ALTA DEL TEXTO
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