Julia Celeste
Que mi voz no era mía
que irritaba
que irrumpía
que era un estruendo rasgando los tímpanos
estallido imparable
roedor de calma
corrosiva
agria
terca
insolente
un estridente rugido
que
era todo eso que no debía ser
Y lloré
Callé
la oculté
Pero mi voz
más que un exabrupto sonoro
era un resonar constante
un incansable palpitar
Era mi tacto
mi torrente sanguíneo
las entrañas retorciéndose
mis extremidades danzantes
el agujero negro en mis pupilas
Y la escuché,
la encontré,
mastiqué la mordaza
la escupí
se la arrebaté al silencio
Entonces mi voz fue mía
irritaba
irrumpía
era un estruendo rasgando los tímpanos
estallido imparable
roedor de calma
corrosiva
agria
terca
insolente
un estridente rugido
era todo eso que no debía ser
Y yo reí, grité, celebré
entonces mi voz fue mía.
Vicente Guerrero, Baja California, México.
Agradecemos la
colaboración de JULIA CELESTE, que se unió a nuestra convocatoria <16 días de activismo por
la eliminación de la violencia contra las mujeres> promovido en la comunidad
de San Quintín, Baja California, México.
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