Bienvenid@s los textos que se agrupan surgieron como activismo en el marco del 25 de noviembre día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Pretendemos la sensibilización a través de las letras. El blog fue creado en comunidad y sin fines de lucro. San Quintín, Baja California, México #16díasdeactivismoSQ2022
jueves, 17 de noviembre de 2022
ABANDONO
Claudia
Cárdenas
La unidad de seguridad
pública llego ala tienda de
conveniencia como cada noche desde que recibieron el primer reporte.Detuvieron la marcha justo en elfrente, se bajaron de la unidadpero solo ella camino hacia la esquina,donde, a un ladito del contenedor de basura
se encontraba el motivo de su “visita”, mientras su compañero sacaba un par de
objetos de atrás de la cajuela. Ambos sabían cual sería el resultado de aquel
servicio al que fueronencomendados.
-Buenas tardes madre, ¿Cómo se
encuentra? –dijo la voz un tanto cariñosa del agente.
Aquel bulto comenzó a
moverse trabajosamente hasta quedar de vista hacia la oficial.Se trataba de una anciana. Una mujer de
indescifrable edad, con la piel tan delgada como el papel, completamente pegada
a los huesos, con el rostro desfigurado por las arrugas que le surcaban. Tal
vez fue hermosa en otros tiempos.¿Cuál
mujer no lo fue? Apenas lograba entreabrir sus pequeños ojos negros. Su cabello
cual nido se alzaba en pequeñas hebras que habían perdido su blancura por la
mugre de todos los días que llevaba en aquel lugar.
-¿Quién eres? –pregunto al verla
inclinarse para alcanzarla.
-Soy Lupita, ¿Cómo esta madre? ¿Ya
lista para irse a un lugar calientito?
-No me lleve señorita, no hice nada, yo
aquí no le hago mal a nadie.
-La vamos a llevar a un lugar con cama
y le daremos una comida caliente. ¿A poco no se le antoja tomar un baño y comer
algo calientito?
-Ay Mija pues sí.Nada más deja que llegue mi nieto y nos
vamos.
-Madre tiene aquí más de un mes, y él
no ha venido.
-Pero va a venir.Me dijo que lo esperara, que al ratito venia.
Yo creo que se le hizo tarde. Pobre mi criatura, trabaja tanto.
-Dígame como se llama, nosotros
buscaremos a su nieto, díganos su nombre y vamos por él.
La anciana la miro
confundida, desconfiada. Intento recordar el nombre pero parecía que su mente
estaba en medio de una neblina y entonces se puso a llorar.
-¿Cómo no va a venir por mi si yo lo
cuide cuando su madre lo abandono? Éramos él y yo solitos.Ah, si viera el trabajo que me costó
mantenerlo derechito.
-Si le creo madre, pero dígame como se
llama su nieto, seguro lo encontramos.
-Se llama José, así como su abuelo
–recordó en aquel momento- .Mi José es
buen niño. Váyase, váyase señorita, no se preocupe.Él va a venir por mí, me lo prometió. Seguro
no ha encontrado donde nos quedemos.
La oficial sonrió.
Conocía bien la historia. Aquella anciana fue llevada por un hombre joven según
las cámaras de la tienda. Le entrego un puñado de monedas, un atado de ropa y
cobijas antes de dejarla, incluso le tomo las manos mientras le decía algo y le
dio un beso en la frente.Eso hacía ya
un mes.
El frio calaba cada vez
más pero Juanita, como le llamaban al no tener su nombre real, se rehusaba a
alejarse de la tienda.Vivía de la buena
voluntad de quien se acercara brindándole una moneda o algo de comer, iba al
baño dentro de la misma tienda, se limpiaba sus manos y rostro ahí mismo para
verse presentable, se acostaba sobre aquellas cobijas sucias durante las
noches, y a pesar de los intentos de varios transeúntes y de los empleados de
la tienda,no podían trasladarla a algún
albergue en contra de su voluntad.
Le trajimos unas cobijas doña. –se
escuchó la voz del otro elemento que se acercaba con una caja con cobijas y
otros enseres. – ¿De verdad no se quiere ir con nosotros?
-No, luego viene mi nieto y no me
encuentra.
-¿Y si le dejamos un mensaje para que sepa
dónde encontrarla?
Ella dudo esta vez, la
verdad es que tenía mucho frio pero le dolía más el alma que el cuerpo. Al
alejarse de ahí daba por hecho que aquel a quien ella le dio parte de su vida
no volvería. A pesar de todo quería creer que no la había abandonado después de
haberle firmado las escrituras de la casa y entregado los pocos ahorros que
poseíapara dárselos, según para poner
un negocio.Él era bueno. Él era su nieto
y volvería tarde o temprano por ella.Alcanzo la caja agradeciendo el gesto de los oficiales.
-Cuando quiera irse nos avisa con los
empleados de la tienda, venimos por usted rápido madre. –dijo en un gesto de
ternura la oficial acariciando su cabeza.
Ella asintió tomando lo
que le daban y los vio irse quedándose solita nuevamente en medio de la basura
y el abandono.
Chihuahua, México.
Agradecemos la colaboración de Claudia Cárdenas que se unió a nuestra convocatoria <16 días
de activismo por la eliminación de la violencia contra las mujeres>
promovido en la comunidad de San Quintín, Baja California, México. Este texto fue publicado en la antología Mujeres con voz de tinta II: Injusticia social (Editorial: Voz de tinta, 2022).
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